El comienzo

El inicio de Tarraco comenzó como tantas otras muchas ciudades, por el asentamiento de un campamento militar.En éste caso, llegó con  la intención de hacer frente a las fuerzas cataginesas que se acercaban desde el sur de la Península Ibérica

Mosaico de la medusa

El año 217 a.C., Cornelio Escipion,el africano,y su ejército compuesto por unos 8.000 hombres,bien pertrechados y armados,desembarcaron cerca del río fráncolí, junto a un poblado ibérico,el cual al parecer,según algunas fuentes, recibió con bastante buen ánimo la llegada es éstos.Montaron el campamento en la parte más elevada de la colina.

 En el año de 27 a. C. el emperador Augusto se dirigió a Hispania para dirigir las campañas cántabras. Pero debido a su salud débil prefirió quedarse en Tarraco.Con la llegada del emperador, esta ciudad prosperó como núcleo urbano, a la vez como centro administrativo y político, favorecido tanto por la situación costera, facilitando el control de las rutas marítimas, como por su ubicación en relación a las vías terrestres hacia el interior peninsular.

Finalmente, obtuvo el honor de ser reconocida como colonia al frente de una demarcación judicial y ser considerada capital de la provincia conocida como Hispania Citerior.

 La ciudad floreció bajo Augusto.Tarraco acuñó bajo Augusto y Tiberio monedas propias con representaciones del culto imperial y la inscripción CVT, CVTT o CVTTAR.

 En el año 68 d. C. Galba residió ocho años en Tarraco, posteriormente,fue proclamado emperador en Clunia

Probablemente, en el invierno 122-123 d. C. Adriano visitó la ciudad y celebró en ella un conventus para Hispania.

Con el final del siglo II comenzaron en Tarraco claras dificultades económicas,por lo que las obras que se venían realizando conocieron una clara relentización.

En el año 259 fueron ejecutados en el anfiteatro el obispo Fructuoso y sus dos diáconos Augurio y Eulogio, eran tiempos de persecución del cristianismo por el Imperio Romano.

Durante Diocleciano, la provincia de Tarraco se hace mucho más pequeña debido a las reformas de éste.
En 476, ya iniciada la caída del Imperio Romano, Tarraco fue ocupada por los visigodos y el por  rey
Eurico

El fin de Tarraco como tal, vino de la mano de los  musulmanes en el 713 o 714.